Navegó durante 11 años como Good Samaritan, prestando servicio en el Caribe, América Central y América del Sur. Durante esa década, transportó carga y personal a los juegos Panamericanos para el Comité Olímpico de EE.UU. en 1991, y se convirtió en el primer barco que navegó legalmente entre Estados Unidos y Cuba en 30 años.